martes, 21 de mayo de 2013

FIN, de Gabriela Martí


Con este cortometraje Gabriela Martí no solo demuestra que los recursos técnicos en el cine sirven para algo más que para aspectos estéticos, sino que además entra de manera muy sutil en un tema tan controvertido como es la eutanasia.

El relato nos muestra el día a día de una anciana que “vive” encerrada en un geriátrico y el sufrimiento que padecen ciertas personas a ciertas edades. Estas imágenes dan mucho que pensar sobre algunos aspectos de la vida, hacen plantearnos si vivir de esa manera es digno y justo, o si la eutanasia es más una necesidad para el muerto en vida o para el responsable de este. Todo esto lo muestra perfectamente la directora gracias al montaje. “Fin” es un ejemplo de cómo el montaje puede ser la esencia de una película y no solo una sucesión de cortes y transiciones. Además, el hecho de que el cortometraje aparezca en sentido invertido hace que te enganche y quieras ver como acaba, o más bien como empieza.

Otro recurso bien utilizado por la autora es el blanco y negro en ciertas partes del relato. El intercambio entre blanco y negro y el color te da la sensación del estado anímico de la anciana con respecto al lugar donde se encuentra y la situación. Sólo es en la calle, al aire libre donde parece ser que se encuentra más cómoda, o más bien liberada, mientras que en los demás sitios todo tiene un aire más siniestro y oscuro.

Además del montaje o el color, también hay que tener en cuenta la música. Esta sigue dándole intriga y cierto aire tétrico o funesto a la cinta junto con el montaje, el descompás que tiene junto con las imágenes da sensación de inquietud por saber qué ha pasado o qué va a pasar.

Comentados ya los recursos técnicos que destacan de este cortometraje, hay que hablar del trasfondo que tiene este y de la manera con la que la directora nos lo transmite. En las primeras imágenes de la muerte de la anciana se desconoce la causa, dejando que el espectador vaya haciendo sus cábalas. Esto hace que se vaya contemplando la eutanasia como una posibilidad, lo cual se confirma minutos más tarde de la cinta. La manera perspicaz con la que se trata el tema, la crudeza de las últimas imágenes en las que aparece la no vida de la anciana, hacen que nos planteemos la idea de la eutanasia como algo que está dentro de nuestra ética o algo que está fuera de lo que nuestra moral debe concebir; o si es digno vivir así y dejar que alguien cercano viva de esa forma.

Desde luego este relato da que pensar, pero lo realmente interesante es la forma con la que Gabriela Martí entra en un tema pantanoso y lo hace más utilizando la mera imagen antes que entrar en profundidad en el contenido.

Pablo Cotán

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