viernes, 14 de junio de 2013

El resplandor, de Stanley Kubrick.

Ficha técnica.

Título original: The Shining
Año: 1980
Duración: 146 min.
País: Estados Unidos
Director: Standley Kubrick
Guión: Stanley Kubrick y Diane Johnson
Autor original: Stephen King
Música: Rachel Elkind y Wendy Carlos
Fotografía: John Alcott
Reparto: Jack Nocholson, Shelley Duvall, Danny Lloyd, Scatman Crithers y Barry Nelson.
Productora: Warner Bros Pictures / Hawk Films / Peregrine
Género: Terror





The Gold Room.

El autor de esta obra es el genial y afamado Stanley Kubrick, conocido por grandes películas como La naranja mecánica o 2001, Una odisea en el espacio. La película es una adaptación de la novela creada en 1977 por el escritor Stephen King, la cual creo tal interés por parte de Kubrick que este en un principio quiso que King realizara el guión de la película junto con él, pero debido a sus diferentes caracteres y continuos rifi rafes el escritor acabo denegando la oferta de Kubrick.

El relato se encuentra dentro del  llamado terror psicológico, de ese que le gustaba a Hitchocock, pero si intentamos comparar la novela con la película muchos dirían que son dos obras diferentes. Quizá sea esta la razón por la que a King nunca le convenció del todo, por no decir nada, el resultado final de la película de Kubrick. Es estreno de esta fue un verdadero fracaso en taquilla y llegó incluso a estar nominado a los premios Razzie, aunque años más tarde se le fuera reconociendo su merito audiovisual, llegando a convertirse en una película de culto para muchos. Esos muchos seguidores se han encargado de sacarle punta al film hasta no poder más, desencadenando numerosos debates, sacando simbolismos tan coherentes como incoherentes muchos de ellos y sacando teorías de simples escenas o anécdotas de esta película que a día de hoy es un referentes para muchos cineastas.



En España la película en un principio no fue muy bien recibida y sobre todo no fue protagonista por su realización o su argumento, sino por el estrepitoso doblaje que se hizo en español. La interpretación de Carlos Saura destruye por completo la tensión y el terror que Kubrick intenta trasmitir y sobre todo que no está en consonancia con la enorme interpretación de Jack Nicholson. Lo sorprendente es que estas voces dobladas fueron supervisadas por el mismo Kubrick sin que este viera ningún error en ello.

Otra anécdota sobre la realización de esta legendaria película es la decisión de Kubrick de hacer dos montajes diferentes, por una parte está el de cerca de dos horas y media en Estados Unidos, y por otra esta las casi dos horas en el resto del mundo. Este aspecto se debido según Kubrick a un problema de ritmo, aunque en mi opinión esto le resto más que beneficio a la película ya que en el montaje europeo no aparecen algunas escenas claves del personaje de Danny y que responden a algunas cuestiones que surgen durante todo el film.


Hotel Overlook.

Un escritor (Jack), acompañado por su mujer (Wendy) y su hijo (Danny), acepta el puesto de vigilante de un gran hotel de montaña durante los meses de invierno, en los que queda aislado por la nieve. El director le advierte que, unos años antes, su precursor en el cargo asesinó salvajemente a su mujer y a sus hijas gemelas antes de suicidarse. El pequeño Danny posee poderes extraordinarios y, antes de que el cocinero del hotel abandone el lugar, le advierte sobre los peligros que contiene ese edificio. Jack desarrolla un carácter cada vez más irritable que empeora cuando empieza a ver personajes que, en otros momentos, poblaron el hotel. Su mujer descubre su locura y Jack inicia una desenfrenada persecución para asesinar a su mujer y a su hijo. Éste se ha comunicado extrasensorialmente con el cocinero, que acude a salvarlo pero muere a manos de Jack. Finalmente, Danny logra despistar a su padre en el interior de un laberinto nevado que se alza frente al hotel y Jack muere congelado. Sin embargo, su rostro aparece en la fotografía de la fiesta del 4 de julio celebrada en aquel hotel en 1921.

Según muchos, este es el primer film épico de terror, y para que acabara con este resultado final hicieron falta varios años para desarrollar la idea que Kubrick tenía en mente, además el director para este proyecto hizo gala de su fama de perfeccionista y estricto de manera algo excéntrica. No obstante esta obra supuso una revolución para los verdaderos amantes del cine de terror, ya que crearon las directrices para el llamado cine de terror psicológico, un cine atrayente para el espectador y que lo envuelve en un laberinto obsesivo del que es difícil salir.


Pero tras el envoltorio de esta película hay muchos mensajes y muchas lecturas que Kubrick trasmitió a la perfección; ese simbolismo semi oculto, esas reflexiones sobre la sociedad e incluso esas críticas al mismo ser humano y su naturaleza.

Quizá muchas de esas lecturas hechas por el público no fueran todas intencionadas por parte del director, pero puede que eso sea lo que atrae tanto de esta película, la idea de que se puede exprimir más de lo que el mismo autor pretende. La representación de esta idea es el documental Habitación 237, en el que se analizan simbolismos como la localización del hotel, sobre un cementerio indio, o el significado de el laberinto, personificado continuamente con la misma trama de la película.


“No por mucho madrugar, amanece más temprano”.

Uno de los aspectos más llamativos de esta película son las interpretaciones de los actores protagonistas. Si nos detenemos en el papel de Jack Nicholson se puede decir que para el actor este ha sido uno de sus personajes más recordados en su historia. Su papel en esta película no estuvo muy claro hasta el final, puesto que Stanley Kubrick lo quería a toda costa para que realizara el papel principal tras quedar “enamorado” de él en su actuación de Alguien voló sobre el nido del cuco. Sin embargo, Stephen King no estaba de acuerdo ya que pensaba que ese último papel iba a desembocar en que el público ya lo percibiese como un personaje malvado desde el principio. Finalmente Nicholson se hizo con el papel y no lo puedo hacer mejor, dando una clase magistral de cómo pasar de la cordura a la locura sin caer en la sobreactuación.



Los otros personajes fundamentales del relato lo conforman Shelley Duvall, que realiza un espectacular trabajo interpretando a una mujer insegura y frágil que no sabe reaccionar ante el cambio que sufre su marido. Su papel es la representación del espectador en la película, es la que trasmite el terror de aquel que ve la película. Y por otra parte destaca uno de los descubrimientos de la película, Danny Lloyd, que encarna el papel de un niño misterioso e inteligente, el cual sabe desembolverse en situaciones adversas mucho mejor que su madre por ejemplo. La interpretación de Lloyd en esos planos cortos muestra la locura y el terror que Kubrick quería hacer ver con esta película.


“ !Jack está en casa! ”

En cuanto a la realización de Kubrick poco malo hay que decir y muchas cosas buenas e interesantes. Desde los primeros planos aéreos ya se comienza a notar la espectacularidad visual que va a ir envolviendo poco a poco al espectador. Sin duda hablar de los aspectos técnicos de El resplandor es hablar de esos planos secuencias de Danny montado en su triciclo y recorriendo los pasillos del hotel, esa persecución que provoca un sentimiento de suspense y tensión cada vez que gira una esquina y no sabemos lo que nos vamos a encontrar.

Estos elegantes movimientos de cámara, realizados por la Steadicam de Garret Brown, se fusionan a la perfección con esos planos cortos y zoom con los que nos bombardea Kubrick pero que no pueden ser más oportunos y necesarios. Son estos planos cortos, sobre todo los de Jack Nicholson, los que nos acercan a la transformación del personaje, de su paso normal a la locura. Otra de las características y donde también supo explotar la utilización de la Steadicam fueron las escenas de persecución en el laberinto y en las escaleras y pasillos del hotel.



Es de comentar también la separación que hace el director en el montaje a través de rótulos que marcan los capítulos en los que se desarrolla la trama. Algo que ya hizo en 2001, Odisea en el espacio.

Por otra parte es indispensable hablar de la música de esta película, en este caso no sólo se convierte en algo complementario sino que es algo fundamental para crear el ambiente siniestro y misterioso. Con constantes subidas y bajadas del volumen que Kubrick utiliza para representar los puntos donde más terror se respira y donde el espectador da algún que otro salto del sofá.

Tcefrep redrum.

En definitiva El resplandor es más que una simple película, es una experiencia llena de genialidades y llena de terror a su vez. Esta es una película para verla una vez detrás de otra, y en la que cada vez descubrirás nuevos matices. Es el terror psicológico en su máxima expresión, llevado a cabo por un genial Jack Nicholson y una banda sonora digna de mención.


 Como bien decía Edgar Allan Poe, el miedo es una de las emociones más antiguas de la humanidad, y el miedo a lo desconocido es uno de los sentimientos más atrayentes para el ser humano. El resplandor es la evidencia perfecta de ello.